Déjame en paz las noches de etilismo
las mañanas de soledad
las madrugadas de insomnio
Déjame en paz la vida de extrañarte
Eh, te contaré un secreto:
sueño aún que mis hijos son tus hijos
y que tus pestañas apuntan a mi rostro
Sueño aún que te desvelo
sueño que vuelves
que también esperas —y desesperas
Que también ansías
que también amas
El pasado se ha anclado en mí
eres quilla en traicionera playa
mi vitalidad ha encallado en tu arrecife
el de tu alma sórdida
de tu pérfida humanidad
de tus soberanos desprecios
de tu negro amor
Mírate, criatura impiadosa
Déjame en paz las noches
Los días, las madrugadas
Las siestas, los amigos
Los besos, los sueños
La vida de extrañarte
(Cartagena de Indias, 2009)