Querida mía

Entiendo que no te soy suficiente, que necesitas más compañía y más alegrías de las que yo puedo darte, que a veces la ausencia de todos te hace daño. No creas, también tengo mi desasosiego y a ratos esta casa vacía me molesta tanto como el calor y el hambre. Pero incluso por esta soledad,

Querida mía Leer más »

Historias de barrio

A pocas casas de la mía, una atardecida otrora, olas de gente cruzaron mi calle mal llevando a dos heridos: un hombre y una mujer que se habían dado machetazos entre sí. Divisé todo desde mi terraza alta, con un estoicismo inolvidable, acaso de lo pasmada que estaba; podía tener unos ocho años, qué sé

Historias de barrio Leer más »

Abrevadero

Yo hubiera preferido agua, pero el vino no sonaba mal tampoco. Toda la vida quise otras cosas y poco las obtuve, pero desde hacía tiempo había adoptado una perspectiva diferente. No siempre lo que se consigue es peor que lo que se desea, por eso sostuve el vaso con firmeza para que no se escapara

Abrevadero Leer más »

Ciclo

Fue hace quince años, un dieciséis de diciembre. Esa noche estábamos empiyamadas en la cama viendo televisión, luego de regresar de culto. No entendí el abrazo de mi mamá, quien de pronto se me abalanzó encima canturreando: «¡Mi niña, mi niña!». Luego del alboroto, bueno, qué pasó, y me mostró la señal en el mocho

Ciclo Leer más »

Bitácora del ausente

Han pasado ya muchos días desde que mi gato desapareció de la casa, hecho que coincidió con mi cambio de ciudad. No puedo con el desconcierto, debo confesarlo. Quizá soy una cobarde, una sobreprotectora, pero lo cierto es que nunca se había ido por más de medio día y siempre regresaba a la hora de

Bitácora del ausente Leer más »